marzo 20, 2025

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Aquel asco por los apostadores, ahora es el amor por los casinos

Aquel asco por los apostadores, ahora es el amor por los casinos

Vamos por partes, como dijo el destripador:

1).- El comisionado Rob Manfred, con prosopopeya como si hubiera descubierto a América, anunció que los Atléticos serían home-club en Las Vegas. Después se supo también que unos casinos ya les construyen un superestadio a ese equipo.

2).- El propietario de los Mets, Steve Cohen, anunció que construye dos edificios para instalar dos casinos, al lado de la casa de su equipo, en Flushing, o sea, en el terreno que ocupaba Shea Stadium.

3).- Dueños de casinos de Atlantic City hablan de solicitar una franquicia de Grandes Ligas. Sugieren que les vendan los Marlins y ofrecen construir “el más suntuoso y lujoso estadio de Grandes Ligas”.

Lo alarmante, lo que más preocupa, no es que así vayan las cosas, sino que ninguno de los empresarios de las Mayores haya dado un grito al Cielo. Pero a este paso, y sabiendo los multi millones de dólares que manejan quienes negocian con las apuestas, es lógico temer que pronto los 30 equipos, con estadios y todo lo demás, estén en poder de ellos.

Los antecedentes son amenazadores

Desde antes de la primera Liga Grande, la National Association, fundada en 1871, ya los apostadores estaban incrustados en el beisbol. Compraban peloteros y umpires para asegurarse de ganar las apuestas.

Entonces, había más de una docena de equipos en el centro-este de USA, considerados de aficionados. Pero en realidad eran semiprofesionales, puesto que la mitad o más de sus jugadores cobraban por jugar. En 1869 fue creado el primer equipo con todos los jugadores recibiendo sueldos, por lo que se le considera el primero realmente profesional. Fueron llamados los Cincinnati Reds Stockings. No obstante, como era el único club profesional, tenía que jugar con los calificados de aficionados. Los Cincinnati Reds Stockings, tampoco escaparon de la actividad de los apostadores.

Apostadores de Nueva York asesinaron a un umpire

Un umpire, llamado Luigi Carles, fue asesinado a palos, después de un juego, en un solar cercano a Nueva York, en 1870. Siete apostadores fueron sentenciados por eso, entre 12 y 25 años de prisión.

Ese homicidio fue solo uno de los motivos que llevó a la gente del beisbol a organizar la primera Liga Grande, la National Association. Suponían que, si se trataba de beisbol profesional, habría respeto de los apostadores.

La primera Liga Grande comenzó con 9 equipos

La Baseball National Association, fue inaugurada, con nueve equipos, el 17 de marzo de 1871.

Ese año tuvo importantes franquicias en Nueva York, Boston, Chicago, Washington, Philadelphia, Cleveland, Ford Wayne, Rockford Forest, Troy Haymakers.

Al año siguiente fueron 11 los equipos, pero, regresaron a nueve en 1873, bajaron a ocho en 1874 y terminaron con 13.

Por supuesto esta diferencia en el número de clubes cada año, se debió a la falta de experiencia, ya que nunca había existido una Liga de máxima calidad profesional.

Los apostadores seguían controlando los juegos

Hace 160 años, porque ocurrió en 1865, cuando aún no existían las Ligas de Beisbol, que fueron execrados de este deporte tres jugadores, porque provocaban derrotas del equipo de ellos, los Mutuals, de Nueva York, para que los apostadores ganaran sus suculentas apuestas.

Ellos fueron, Thomas Devyr, Ed Duffy y William Wansley.
Desde entonces, el mundo de las apuestas ha sido una amenaza para la buena marcha del beisbol, y se ha tratado por todos los medios de alejar ese peligro de los escenarios de los juegos.

Los casos más famosos, los Medias Negras de 1919 y Pete Rose en 1989.

Pero ese combate ha bajado las armas, cuando el comisionado Rob Manfred, en vez de combatir el peligro, lo patrocina, instalando equipos en paraísos de apostadores y permitiendo que al lado de un estadio de Grandes Ligas se construyan dos casinos.

Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.

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